EL HORNERO ES TODO UN EJEMPLO DE VIDA A SEGUIR, Y OJALA, MUCHOS SERES HUMANOS, ADOPTARAN SU CONDUCTA.
EN PLENA CONSTRUCCION..........
El hornero (Furnarius rufus)
La parda y movediza figurita del hornero es bien conocida por los habitantes de América del Sur, de donde es oriunda la especie. En la muchas áreas se lo cree de buen augurio y en el Paraguay se le agradece en cierto modo el invento del rancho ya que la leyenda sobre el origen del nombre Alonso García -como se denomina al hornero- afirma que así se llamaba quien, imitando su nido, construyó el primer rancho de barro.
Quizás ese nido familiar, y el sentido ejemplar que se le ha dado, expliquen que se eligiera al hornero como "ave de la Patria" en la encuesta realizada en 1928 en las escuelas primarias argentinas por el diario La Razón.
CONSTRUCCIÓN DEL NIDO
Macho y hembra comparten las responsabilidades familiares: colaboran en la confección del nido, en el que la hembra pondrá de 3 a 6 huevos blancos, que incubarán uno tras otro. De igual forma educarán ambos a los polluelos, encaminándolos bajo una cuidadosa vigilancia al estado adulto y a la independencia.
La denominación de hornero (o albañil) se debe a que -durante la estación lluviosa- construye un nido voluminoso en forma de horno, con una abertura lateral.Las paredes de este nido están formadas por barro, mezclados con pajitas, ramas y pequeños guijarros. Una vez que endurecen, estos edificios son tan sólidos, que permanecen en buen estado, a pesar de hallarse a la intemperie, durante varios años; de esta forma, las parejas permanecen en el mismo nido, de una estación a otra.
Comienza a construir el nido en el otoño, emplea para ello barro y paja, que transporta en el pico, en esta tarea colabora la pareja y trabajan sin descanso durante todo el día, hasta terminar, y demuestran su alegría con chillidos y cantos.
Como construye el nido con barro, el trabajo se inicia después de la época de lluvias. Primero amasan el material en los alrededores. Luego construyen la base y deciden la orientación del nido. Cuando el basamento está listo comienzan a levantar la pared en semicírculo. Por fin queda cerrada la bóveda, con una puerta en forma de ojiva en uno de sus lados. Por último los horneros cierran esa ojiva en espiral, hacia adentro del nido, y de ese modo queda formada una cámara interior, que será el verdadero nido y que la pareja tapizará con plumas y hojitas. Alisan las paredes interiores con el pico o con ayuda de una pajita cuando el barro aún está fresco. En ocasiones, en casos de sequía por ejemplo, los horneros abandonan su nido sin terminar. El nido se usa una única vez. Cuando los pichones lo abandonan también lo abandonan sus padres: construirán una nueva casa para la próxima nidada.
La construcción la realizan de afuera hacia adentro. Un tabique o pared divide el interior en dos partes, en lo mas profundo, la hembra pone cuatro huevos que encuban entre los dos. Los pichones cuando están en condiciones de abandonar el nido permanecen dos o tres meses más en compañía de sus padres antes de hacer vida independiente.